quinta-feira, 28 de fevereiro de 2013

Novas Gerações


                                                 

II Congresso Novas Gerações CRB Nacional, na experiência das Irmãs. Penha e Dorisdete.

 
 



 
 

 Nos dia 09 a 12 de fevereiro de 2013, no Centro de Eventos  Pe. Vitor Coelho de Almeida, no Santuário de Aparecida, São Paulo, participamos do II Congresso Novas Gerações, CRB Nacional, com o tema: “Tecendo novas relações, construindo caminhos” e o lema: “Ardia nosso coração quando Ele nos falava no caminho”. O desenvolvimento do encontro realizou-se através de palestras, dinâmicas, Via-Sacra, Eucaristia, etc.

Queremos destacar nesta resenha o que consideramos mais relevante nesta rica experiência. Inicialmente as palavras de presidente da CRB nacional Ir. Marian deu a tônica do que seria o encontro. Ela destacou o objetivo do encontro do Congresso como momento de iluminar a Vida Religiosa no Brasil, alentou a todo o grupo com palavras de aquecer o coração de todos os presentes. Disse que quando caminhamos nem sempre caminhamos porque temos que chegar a algum lugar e que encontramos pessoas caminhando somente pelo prazer, mas para nós o caminho tem nome, Jesus, “Eu sou o caminho”. Falou também da urgência em superar a frieza e a indiferença existente em nossas comunidades. Dizia-nos Marian: “Deixem-se machucar pela paixão de Deus”.

Outra presença marcante foi a do Ir. Murad. Dizia ele há muitos espelhos e poucas janelas para sentir o mundo, que parece que ficamos insensíveis à dor humana e que a Boa Nova de Jesus é quebrar espelhos e abrir janelas e portas reais e não virtuais.

Também Ir.Annette, fez nosso coração arder com suas palavras quando nos dizia, citando São Bernardo, que devemos beber a água do próprio santuário, que é preciso descer ao santuário interior e ancorar minha vocação na raiz onde nenhum sentimento ruim entra em nós., porque só em Deus se encontra o nosso desejo fundante. Dizia ainda que no momento de desânimo se perde a confiança, então se faz necessário refazer o caminho das relações.

Sentimo-nos inquietas diante da presença, da motivação e alegria de religiosas idosas, sendo um exemplo e testemunho de VIDA doada com gosto e entusiasmo.

 
Como sempre acontece nestes encontros a riqueza da partilha de vida com religiosas de outras congregações, quando trocamos experiências de nossas alegrias, vida, missão, frustrações, anseios,...

 
Enfim, agradecemos a nossa Congregação por esta oportunidade que nos ajuda e muito em nosso processo e nosso crescimento pessoal, vocacional, comunitário... e nos ajuda a tecer novas relações na Vida Religiosa Consagrada.

 

Irmãs Penha e Dorisdete

 

 

 

domingo, 17 de fevereiro de 2013


 
 
 
 
DECÁLOGO DE LOS SIGNOS DE CUARESMA

1.- La cuaresma es DESIERTO. Es sequedad, soledad, ayuno austeridad, rigor, esfuerzo, penitencia, peligro, tentación.

2.- La cuaresma es PERDÓN. Las historias bíblicas de Jonás y de Nínive y la parábola del hijo pródigo, son ejemplos de ello.

3.- La cuaresma es ENCUENTRO, es abrazo de reconciliación como en la parábola del hijo pródigo o en la conversión de Zaqueo o en el diálogo de Jesucristo con la mujer adúltera.

4.- La cuaresma es LUZ, como se pone de evidencia, por ejemplo, en el evangelio del ciego de nacimiento. Es el tránsito de las tinieblas a la luz. Jesucristo es la luz del mundo.

5.- La cuaresma es SALUD, símbolo manifestado en textos como la curación del paralítico o la sanación del hijo del centurión.

6.- La cuaresma es AGUA. Es el tránsito de la sed de nuestra insatisfacción al agua viva, el agua de Moisés al pueblo de Israel en el desierto o de Jesús a la mujer samaritana.

7.- La cuaresma es superación victoriosa de las pruebas y dificultades. Es LIBERACIÓN, TRIUNFO. Algunas figuras bíblicas, que sufren graves peligros y vencen en la prueba, son José hijo de Jacob, la casta Susana, Ester, el profeta Jeremías y, sobre todo, Jesús, tentado y transfigurado.

8.- La cuaresma es CRUZ. Signo y presencia permanente durante toda la cuaresma. Prefigurada en el Antiguo Testamento y patentizada con el ejemplo de Jesucristo y como su llamada cargar con ella como condición para el seguimiento.

9.- La cuaresma es TRANSFIGURACIÓN. Es la luz definitiva del camino cuaresmal, preanunciada y pregustada en la escena de la transfiguración de Jesús. “Por la cruz a la luz”.

10.- La cuaresma es el esfuerzo por retirar el fermento viejo e incorporar la LEVADURA NUEVA DE LA PASCUA RESUCITADA Y RESUCITADORA, ahora y para siempre.

Fuente: dominicasanunciata.org

quinta-feira, 14 de fevereiro de 2013



EL RELOJ CUARESMAL

LA HORA DE LA CONVERSIÓN. Es una llamada a redescubrir nuestro origen. A poner en hora nuestra vida cristiana. No es tanto un esfuerzo personal cuanto, de nuevo, ir al encuentro de Aquel que nos ama.
LA HORA DE LA VERDAD. No caminamos hacia la nada. El tiempo de cuaresma nos pone en órbita hacia la Pascua. Nuestro final definitivo no es la gran mentira en la que viven sumidos muchos hombres. Nosotros, porque Cristo nos lo aseguró con su propia existencia, sabemos que hay una gran Verdad: la vida de Jesús y sus promesas.
LA HORA DE LA CARIDAD. Sin obras, nuestra fe, queda coja. Pero, nuestras obras sin referencia a Dios, pronto se agotan. Pueden derivar incluso en el puro humanismo. La hora de la caridad cuaresmal nos centra en Aquel donde nace el paradigma del amor: Cristo.
LA HORA DEL SILENCIO. El silencio es un bien escaso. No se encuentra en cualquier lugar ni se compra en cualquier establecimiento. Una campana, una iglesia abierta….pueden ser una llamada a poner en orden lo que tal vez llevamos atrasado: la visita con el Señor. La oración.
LA HORA DE LA PALABRA. ¿Cómo podemos encontrar el camino si no dejamos que el Señor nos lo indique? El reloj cuaresmal nos hace llegar con prontitud a la escucha de la Palabra. Es un tiempo de audición de lo santo, de captar aquello que es esencial para nuestra fe.
LA HORA DEL AYUNO. Acostumbrados a mirar al reloj para la hora de la comida, la cuaresma, lo paraliza. Nos hace comprender que, la ansiedad, no es buena consejera para tener hambre de Cristo. Es un buen momento para ayunar de excesos, malos modos, blasfemias, odios, ingratitud, preocupaciones, críticas…..
LA HORA DE LA PENITENCIA. Nos gusta el llano y antes que una simple carretera preferimos la autopista. La cuaresma nos recuerda que el sacrificio nos mantiene vigorosos, lo mismo que el entrenamiento hace grande y fuerte a un futbolista. Rectificar es de sabios y moderar ciertos comportamientos nuestros nos pueden encaminar a identificarnos más con Cristo.
LA HORA DE LA CONFESIÓN. Hasta la mejor prenda necesita, de vez en cuando, ser llevada a una buena lavandería. Nuestras almas, en las que se encuentra impreso el sello de Hijos de Dios, tienen derecho a ser puestas a punto. La hora de la confesión nos facilita un nuevo rostro: la alegría de sentirnos reconciliados con Dios y con nosotros mismos.
LA HORA DEL HERMANO. El encuentro con Jesús empuja al abrazo con el hermano. No podemos observar el reloj cristiano y, a continuación, olvidarnos de las horas amargas en las que viven los que nos rodean. Poner a punto nuestra vida cristiana nos exige ayudar a aquellas personas que quedaron rezagadas en la felicidad, en el bienestar o en el amor.
LA HORA DEL CORAZÓN. Las prisas y los agobios, el estrés o el ritmo de vida que llevamos…presionan en exceso la serenidad de nuestro corazón. El reloj cuaresmal procura que, el corazón, vaya despacio, medite, reflexione, ame y se oxigene a la sombra del Corazón de Cristo.
LA HORA DE LA MISA. Frecuentemente señalamos el reloj y preguntamos ¿y si tomamos un café? El reloj cuaresmal nos interpela ¿y por qué no una eucaristía diaria? Nunca, en tan poco tiempo, se nos ofrece tanto: acogida, perdón, calor, palabra, fuerza, silencio, amor, paz interior y poder saborear lo que sólo Jesús nos puede dar: su Cuerpo y su Sangre. (Javier Leoz)
fonte: dominicasanunciata.org